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El presente método de tratamiento de los trastornos disgráficos está basado en los fundamentos teórico-prácticos expuestos en la obra «La disgrafía, concepto, diagnóstico y tratamiento». Hasta fechas recientes los tratamientos correctores de las dificultades escritoras se basaban únicamente en la ejercitación caligráfica repetitiva, hasta lograr que el niño o la niña asumieran patrones escritores adecuados. La simple repetición de copias y muestras caligráficas, además de ser monótona para la niña y el niño, era estéril en la mayoría de las ocasiones, ya que en la base de las dificultades escritoras aparecen trastornos psicomotores, visoperceptivos, etc., que son los auténticos factores causantes de las dificultades escritoras. Los cinco libros de que consta el método pueden ser utilizados por niños y niñas en edad escolar, empezando a partir del n.º 1 y se deben ir realizando de forma progresiva hasta llegar al n.º 5. En cada libro se incluyen fichas que hacen referencia a los distintos trastornos que subyacen en la escritura disgráfica. Los niños y las niñas disgráficos tienen un perfil neuropsicológico distorsionado, es decir su edad madurativa es inferior a la edad real. Por esta razón se tienen que emplear técnicas de rehabilitación que se sitúen al nivel madurativo en que se encuentre el niño o la niña, por lo que las fichas que se incluyen se utilizarán en función de la gravedad de las dificultades escritoras del niño o la niña, más que en función de su edad real. El método antidisgráfico pretende ser un método dinámico y activo de corrección de los trastornos escritores, por lo que es aconsejable que se utilicen técnicas de rehabilitación psicomotoras. La utilización de fichas deberá estar dentro de un contexto psicomotor más amplio. En cada cuaderno de fichas se incluyen algunas indicaciones de la terapia psicomotriz que debe acompañar a la rehabilitación antidisgráfica. La rehabilitación de la disgrafía no es un proceso inmediato, ya que vencer las dificultades escritoras supone previamente haber corregido los desórdenes perceptivo-motrices que presentaba el niño o la niña. Por esta razón no se debe utilizar este sistema de fichas de forma masiva, sino de manera extensiva, realizando pocas fichas en cada sesión de trabajo. Corregir la disgrafía no consiste en que la niña o el niño escriba mucho, sino en que vaya venciendo las dificultades que le impiden una adecuada escritura. Normalmente el niño o la niña disgráfico tienen una actitud negativa hacia la escritura, y en ocasiones un auténtico rechazo fóbico hacia la misma. Se incluye, por tanto, un sistema de refuerzos en el método de forma que el niño o la niña reciban pequeños premios en función de los avances que realice. De esta forma se pretende modificar la actitud de rechazo que presenta inicialmente, por otra actitud más positiva hacia la escritura. Los objetivos que se persiguen con estos cuadernos de rehabilitación son: Psiomotricidad global y psicomotricidad fina. Las dificultades de coordinación global y manual, junto con los déficits de adquisición del esquema corporal, son una constante en los niños disgráfico. Percepción. Las dificultades perceptivas (espaciales, temporales, vísoperceptivas, atencíonales, etc.), están presentes en el escolar disgráfico, Muchos errores de escritura (fluidez, inclinación, orientación, etc.) están Íntimamente relacionados con procesos perceptivos que deben ser rehabilitados. Dentro del apartado de rehabilitación perceptiva se incluyen las siguientes áreas de trabajo: Orientación espacial. Orientación rítmico-temporal. Atención. Confusión figura-fondo. Reproducción de modelos visuales. Visomotricidad. La coordinación visomotriz es una función indispensable para lograr una escritura satisfactoriamente ejecutada. El objetivo de la rehabilitación visomotriz es mejorar los procesos óculo-motrices que facilitarán el acto escritor. Dentro de este apartado se incluyen los siguientes tipos de actividades: Perforado con punzón. Recortado con tijeras. Rasgado con los dedos. Ensartado. Modelado con plastilina. Rellenado o coloreado de modelos. Grafomotricidad. La reeducación grafo motora tiene por finalidad educar y corregir la ejecución de los movimientos básicos que intervienen en la escritura. Los ejercicios propuestos pretenden ejercitar los movimientos básicos de las letras (rectilíneos, ondulados), así como tener en cuenta conceptos tales como presión, frenado, fluidez, etc., que son básicos en la buena realización de la escritura. Se incluyen los siguientes tipos de ejercicios: Movimientos rectilíneos. Movimientos de bucles y ondas. Movimientos curvilíneos de tipo circular. Grecas sobre papel pautado. Completar simetrías en papel pautado. Repasar dibujos punteados. Grafoescritura. Es el apartado de la reeducación que pretende mejorar la ejecución de cada una de las letras del alfabeto. La mala calidad de la letra es el síntoma más llamativo en el disgráflco, independientemente de cuál sea la génesis de la disgrafía. El aprendizaje o reaprendizaje de las letras del alfabeto supone una buena parte en la corrección de la escritura deficiente. Se incluyen fichas de ejercitación de las letras con pauta bilineal, sobre cuadrícula y sin pauta. Perfeccionamiento escritor. La finalidad de las fichas de perfeccionamiento escritor es mejorar la fluidez escritora, corrigiendo los errores que junto con la «mala letra» son constantes en la escritura disgráfíca: deficiente inclinación de letras y renglones, espaciación indebida, deficiente proporción de las letras, etc. Se incluyen las siguientes actividades: Unión de letras y palabras. Inclinación de letras y renglones. Dimensión adecuada de letras. Fluidez escritora. Posiciones básicas. La incorrecta posición del cuerpo, el papel o el útil escritor aumentan la intensidad de la disgrafia. La corrección de estos factores añadidos se ve facilitada por la reeducación psicomotora, pero también se incluyen algunas indicaciones de forma-gráfica para prevenir posiciones básicas incorrectas.